Del artículo se desprende que en el proceso de fabricación de la patata frita no sólo hay que tener en consideración la calidad y características de la materia prima, que varían según la pluviometría de la zona de procedencia, composición del suelo, etc., sino también la temperatura del aceite de fritura que debe rondar los 180º C si se quiere obtener un producto final óptimo al paladar. La manera más eficiente de lograr esa temperatura, preservando el máximo tiempo posible la vida útil del aceite vegetal utilizado para freír, es usando sistemas de producción y cesión de calor indirecto como calderas de aceite térmico a través de aceites blancos como fluidos calotransportadores.
Recomendamos la lectura de dicho artículo para toda persona interesada en el tema, a nivel profesional o particular.
En nuestro próximo número hablaremos sobre los aceites usados. Hasta entonces disfruten sus vacaciones si es que las realizan en este periodo.
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